Lo siento mucho Profesor Zobek

El profesor Zobek me acompañó los últimos dos años, era mi compañero inseparable, mi cómplice, mi Sancho Panza. Me acompañó en momentos felices, en momentos tensos, planeamos viajes juntos y celebramos éxitos y hasta le prestó sus servicios a mi señora.

Él me mostró música (30 gigas), fotografías (6 gigas), documentos de la chamba (5 gigas), pornografía selecta (200 megas), creaciones fotoshoperas (100 megas) e idioteces diversas (variable). El domingo en la noche lo llevé al límite y básicamente lo fundí. Me dicen que le troné hasta la médula, como llevarse un bocho en segunda hasta acapulco, correr un caballo sin herraduras...

No hay duda que es bueno tener una cultura de prevención y siempre estuve preparado para cualquier eventualidad, en enero compré un respaldo donde mes con mes deposité los gigas que no necesitara, por si acaso... Desafortunadamente perdí los últimos recuerdos, como la mitad de mi último viaje a Nueva York y un chingo de emepetreses que tendré que robar de nuevo.

Al menos hoy me han dicho que tendrá una nueva vida: Gracias a las maravillas de los transplantes de la ciencia moderna, el doctor me lo ha comunicado, han encontrado un donador de disco duro.